Cómo limpiar tus brochas de maquillaje y el resto de tus elementos de belleza.
Hay formas sencillas de mantener tus elementos de belleza limpios. ¡Sin que todo se vuelva un caos! La mayoría de las soluciones las tienes en casa: jabón, agua, alcohol y ¡hasta shampoo! ¡Y que no se te olvide tu lavadora! Pero no se trata de hacerlo todo a la ligera.
Aquí te explicamos cómo.
Esponjas de maquillaje.
Las de microfibra las usamos para bases, correctores. Generalmente están llenas de productos, causantes también de bacterias indeseables. Además, permanecen la mayor parte del tiempo húmedas.
Limpiarlas luego de cada uso, es lo recomendable. Hay distintas corrientes. Algunos apoyan la idea de limpiarlas con jabón neutro, o con detergente común, por supuesto combinado con agua. La forma correcta es tratar de hacer espuma y estrujar la esponja varias veces hasta que lo escurrido salga cristalino. Otros, apoyan la idea de reforzar la limpieza con desinfección, para lo que también puedes agregar un poco de alcohol a la mezcla (agua, jabón y alcohol rebajado con agua, por ejemplo) dejar que actúe y luego hacer el proceso de estrujar.
Al final, dejar secar al natural o al sol.
Brochas y pinceles.
Podrías repetir la misma fórmula que para tus esponjas: agua, jabón y alcohol rebajado con agua. Primero limpias con agua y jabón y al final, sumerges completamente la brocha (sólo las cerdas) en alcohol. Retiras el exceso y dejas secar con las cerdas hacia abajo. Otro truco, es usar un poco de agua tibia con otro poco de shampoo, hasta formar espuma y frotar esa mezcla que introdujiste en las cerdas, sobre la palma de tu mano, con movimientos circulares y suaves. La idea es que se desprenda la suciedad adherida. Luego, enjuaga, seca con papel el resto de humedad, acomoda las cerdas si quedaron abiertas, y deja secando de lado o boca abajo, para que la humedad no se traslade al mango, sobre un papel de cocina o toalla. Este proceso también lo puedes hacer con el agua y jabón.
Otra forma es buscar productos específicos para la limpieza de brochas. Sí, ¡los hay!
Envases de tus productos.
A menudo los engrasamos por la misma manipulación, los ensuciamos con el mismo producto o con otro que se nos haya derramado en nuestro neceser. La tarea es sencilla, se trata de limpiar una superficie y podemos optar por un producto multisuperficie. La única precaución, es que nuestro limpiante no penetre en nuestro producto cosmético para no arruinarlo. También se puede optar por alcohol para limpiar y también desinfectar o soluciones hidroalcohólicas (asegurándose que la solución contenga al menos un 60 o 70% de alcohol para que su desinfección sea efectiva).
¡El neceser también!
No podía faltar. Nuestro portacosmeticos también necesita ser limpiado. Alcanza con mirar el caos que a veces se torna adentro, cuando los cosméticos se abren por accidente o descuido.
Eso no solo trae suciedad, también trae gérmenes.
Si puedes hacerlo, por la tela en que está confeccionado, no lo pienses, introdúcelo en tu lavadora a más de 60 grados. El calor se encarga de eliminar todo. Pero si es de plástico, tu solución será usar las toallitas desmaquillantes (es obvio, no sólo limpian, además retiran ¡el maquillaje adherido!). Luego, utiliza un trapito limpio embebido en alcohol para retirar restos de grasitud que hayan quedado, y también para que desinfecte.
Herramientas metálicas de manicura y pedicura.
Lava con agua y jabón, y ayúdate con un cepillito. Seca. Ahora introduce tus elementos en agua hirviendo. Seca nuevamente y rocía con alcohol. Repite el secado.
Esto te ayudará a desinfectar tus instrumentos y es beneficioso para eliminar hongos de uñas que pudieran haber quedado.
Recuerda: si te maquillas con un profesional o te realizas una pedicura o manicura con un experto, los protocolos de higiene y desinfección, deben ser más rigurosos. Se aplican otros métodos, aún más exhaustivos, que requieren incluso de la esterilización, o el uso de productos profesionales para desinfectar, porque los elementos son compartidos por muchas personas. Tenlo en cuenta.
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