Cómo luchar contra el sedentarismo en época de home office
El Covid-19 junto con el confinamiento produjeron grandes cambios a nivel económico, político, social e individual. Las rutinas de todos los seres humanos se vieron modificadas, impulsadas por la necesidad del aislamiento y la llegada del home office, que vino para quedarse. Esto trajo como consecuencia la acentuación del estilo de vida sedentario que prevalece en la mayor parte de la población.
A nivel mundial, existe una baja tendencia a la práctica de actividad física, sumado a ello, algo que no es muy alentador, los modos de vida son cada vez más sedentarios porque las personas caminan menos, empleando con más frecuencia medios de locomoción motorizados, el uso de smartphones, pc y tablets con fines laborales, educativos y de esparcimiento. Todo se vuelve más estático, porque las personas ya no tienen la necesidad de desplazarse de un sitio a otro, todo está a un clic de distancia.
El sedentarismo asociado con las extensas jornadas frente a las pantallas está impactando negativamente en la salud de las personas, generando la aparición de malestares físicos como dolores de cabeza y musculares en extremidades, articulaciones y espalda.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la inactividad física constituye uno de los factores principales de riesgo de mortalidad por enfermedades de carácter no transmisibles y por tanto evitables. Esto quiere decir que, las personas que presentan un nivel insuficiente de actividad física tienen un mayor riesgo de muerte en contraposición con las quienes alcanzan un nivel suficiente de actividad física. En su informe, la OMS agrega que si la población mundial realizara un mayor nivel de actividad física podrían prevenirse hasta 5 millones de fallecimientos al año.
Realizar actividad física regular moderada o intensa ayuda a controlar enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes y varios tipos de cáncer. También ayuda a prevenir la hipertensión, a mantener un peso corporal saludable y puede mejorar la salud mental, el sueño, la calidad de vida y el bienestar.
Por todo lo anterior, si eres de esas personas que llevas tu vida en home office, sin lugar a dudas al finalizar la jornada laboral te encontrarás con rigidez en el cuello, espalda, algunas molestias musculares y en extremidades. Esto sucede por la cantidad de horas que se expone a la pantalla en forma rígida en una postura poco cómoda y la consecuente falta de actividad física.
En este contexto, especialistas y profesionales de la salud como de la actividad física recomiendan dedicar al menos 20 minutos diarios a realizar ejercicio en casa para evitar el sedentarismo y luchar contra los efectos colaterales del home office, con vistas a mejorar la calidad de vida.
¿Qué actividad física puedo hacer?
Existe un amplio abanico de actividades que pueden desarrollarse, que van desde practicar un deporte, caminar, andar en bicicleta, actividades recreativas que pueden llevarse a cabo con el grupo familiar, hasta simples ejercicios físicos que pueden hacerse al interior de la casa.
Para mantenernos sanos, y lograr un home office sano, es importante, dedicar un tiempo al día para poder relajarse y mover el cuerpo. Se debe trabajar fundamentalmente la zona lumbar, articulaciones, torácica, la cadera que se bloquean por la falta de movilidad y por adoptar posturas inadecuadas. Realiza ejercicios de movilidad articular para la zona lumbar así ayudarás a mejorar los dolores producidos por la mala postura.
¡Algunos ejercicios y actividades!
- Una caminata de unos 30 minutos al día de forma continua: cuando debas hacer compras, trasladarse hacia algún destino.
- De pie y la espalda derecha, mueve los hombros hacia delante lentamente haciendo un círculo, seguidamente realiza otra vez los círculos, pero en dirección inversa, hacia atrás.
- Junta las manos a nivel de tu pecho, y realiza rotaciones con el tronco hacia los dos lados del cuerpo.
- Aún de pie, y con una silla, parado frente a la misma pero un poco distante estira los brazos, lleva la cabeza al hueco formado entre ambos brazos, mueve la cadera hacia atrás y conserva esa posición por unos segundos.
- Ahora, sentado en la silla, levanta la rodilla derecha y toca con la mano izquierda la rodilla que elevaste. Seguidamente, realiza lo mismo, pero levantando la rodilla izquierda y tocándola con la mano derecha.
- Repite el ejercicio.
¡Mueve el esqueleto! Cuida tu salud, mantente activo. ¡Siempre es posible! Adopta conductas y hábitos de salud para mejorar tu calidad de vida.
